"...La memoria es el baúl donde guardamos los recuerdos y en ella la infancia deviene en geografía fértil para la evocación y posterior escritura de poemas. Escribir para niños nace de escribir desde el niño que somos y nunca dejaremos de ser. Esto conlleva su dosis de asombro, inocencia, descubrimientos, humor, aventura, musicalidad, travesura lúdica de los sonidos y de los significados; es decir, equilibrio en un pie y en otro ¿el pie del lapicero? ¿o el dedo índice en las teclas? al saltar sobre la rayuela de las posibilidades infinitas de la imaginación..."

Ramón Iván Suárez Caamal fue -desde Quintana Roo, en México, vía videoconferencia- el protagonista virtual de la entrega del IV Premio Ciudad de Orihuela de Poesía para Niños a su poemario, "Palabras para armar tu canto". Sobre el escenario, los protagonistas directos fueron los niños y niñas de los colegios oriolanos -CEIP Francisco Girona de Arneva, CRA Azahar de La Matanza, Oleza, Jesús María San Isidro, CEIP Ismael García de La Murada, CEIP Fernando de Loaces, CEIP Miguel Hernández y Jesús María San Agustín- que recitaron sus versos entre los aplausos del público.

En la introducción del acto, la concejal de Educación de Orihuela, Rosa Martínez, reivindicó la importancia de la educación para crear ciudadanos "tolerantes, libres e iguales". Al cumplirse 70 años de la muerte de Miguel Hernández, el director de Kalandraka, Xosé Ballesteros, recordó en su ciudad natal que el poeta "murió antes de que el calor de la primavera pudiera liberarlo del frío que se incrustó en sus pulmones, el frío de la cárcel".

También el alcalde de Orihuela, Monserrate Guillén, homenajeó a Miguel Hernández al destacar que Ramón Suárez se presentó al certamen con un lema que reproduce un verso del poeta oriolano: "el pez más viejo del río". Un verso con el que comienza un poema que Miguel Hernández compuso para que un compañero de presidio pudiera felicitar a su hija por su aniversario.

El propio Ramón Suárez ensalzó la figura humana y la "calidad lírica" de Miguel Hernández, cuyas palabras se convierten en "una herramienta para mostrarnos la luz en las más hondas tinieblas". Leyendo sus "Nanas de la cebolla", el ganador del IV Premio Internacional Ciudad de Orihuela de Poesía para Niños evocaba su propia infancia en un hogar humilde. Y así, en "Palabras para armar tu canto", Ramón Suárez escribe desde "el niño que soy, el que canta, inventa y se divierte".

"Cierro los ojos y cuando los abro, las palabras que tengo junto a mí se convierten en canicas, trompos, un tren de cuerda. Hay pájaros, grillos, mariposas. Llueve y los relámpagos me dan miedo. Mamá canta un arrullo para mi hermanita. Papá teje sombreros de palma en su máquina de coser y el ruido acompasado de su labor me lleva a la estación pueblerina llena de gente, frutas, pregones mientras el ferrocarril se anuncia en la lejanía con su silbato y su trenza de humo que deja atrás. Tomo mi lapicero y escribo...".

Si los poemas de "Palabras para armar tu canto" navegan entre la sencillez de las nanas, el divertimento de los juegos verbales y otros versos más profundos "con ecos de Lope de Vega", los referentes literarios que adornaron su intervención en la presentación del libro revelan las fuentes -antiguas y contemporáneas- de su valioso bagage literario:

"Quien quiera escribir para niños puede abrevar en las canciones de siga y escarda de la tradición en España, en las cancioncillas, nanas y poemas de García Lorca, Miguel Hernández y Nicolás Guillén; en los haikus de José Juan Tablada, en los textos de Gabriela Mistral, Mirta Aguirre, Jairo Aníbal Niño, María Elena Walsh, Aquiles Nazoa y tantos excelentes escritores para niños que publican hoy; aunque también en la versificación popular y en los nonsenses y limericks de Edward Lear que plantean situaciones absurdas y divertidas, en el puro querer lírico, en la sinestesia, así como en las adivinanzas, trabalenguas y jitanjáforas".

"Un canto a la naturaleza americana en estado puro: cromática, olorosa, sensual y vibrante; palabras que destilan ritmo y rima a borbotores como esencia de la cultura popular", dijo de "Palabras para armar tu canto" el director de Kalandraka. Un libro que se convertirá en "una magnífica embajadora de la ciudad de Orihuela" en América en general y en México en particular.

...Y que unido a los anteriores ganadores del Premio Internacional Ciudad de Orihuela de Poesía para Niños -"El secreto del oso hormiguero", "Ciudad laberinto" y "Los versos del libro tonto"- más otros poemarios cuya publicación surgió del certamen -"Tras, tras, cucutrás" y "La hora de los relojes"- ya forma una colección de la que -sin contar aún "Palabras para armar tu canto"- se han publicado más de 20.000 ejemplares que viajan por el mundo, en las principales ferias internacionales del libro: Frankfurt, Bolonia, Nueva York, Guadalajara (México), Buenos Aires...

La tecnología hizo posible que, a pesar de la diferencia horaria y de los miles de kilómetros de distancia entre México y España, el autor de "Palabras para armar tu canto" pudiera desgranar las emociones que afloraron al escribir este poemario.

"Un libro que invita a cantar con el corazón, un libro que pide subirse a un árbol y leerlo en voz alta. O a decirlo casi en silencio cerca de tus sueños. Un libro que juega a la rayuela con sus sílabas. Lo dibujé con las hojas abiertas -con las alas abiertas- en las manos de los niños. Arma el rompecabezas de tu emoción cuando pases sus páginas. Disfruta sus versos y guárdalos cuando siembres en la palma de tu mano sus semillas, porque sus palabras son tuyas solamente".