-Soy un saltanoches –le contestó el animal con su peculiar voz-. Casi nadie conoce a los saltanoches. Nos pasamos casi todo el tiempo durmiendo, y solo nos despertamos cuando está todo oscuro.

...Para conocer al saltanoches hay que abrir las páginas del libro “El pequeño tigre rugidor” y detenerse en la lectura de esta emocionante historia escrita e ilustrada por Reiner Zimnik. Cuenta que había una vez un tigre que vivía en los grandes bosques de Sosnovia y que tenía muchos amigos porque era muy divertido: trepaba a los árboles, perseguía a las mariposas y nadaba por el río tan rápido como un pez. Aunque era feliz en su hogar, el pequeño tigre tenía mucha inquietud por saber qué había más allá del bosque. Se preguntaba si habría más montañas, tal vez un río, o acaso una ciudad. Y todo eso había, según le contaron los demás animales. Pero sobre todo, más allá del bosque había mucha gente. Por eso sus amigos no le recomendaban marcharse. “Es mejor quedarse aquí. Más vale malo conocido...”, le decían. Pero le pudo la curiosidad y el pequeño tigre decidió salir a la aventura para conocer mundo. Sin embargo, tuvo la mala fortuna de caer en manos de una banda de malhechores que quisieron enriquecerse a costa de su potente rugido. ¿Cómo podría recuperar la libertad?

A veces la realidad iguala e incluso supera la ficción. La agencia Associated Press reveló esta semana que tres canguros se habían fugado de un zoo de Frankfurt aprovechando los agujeros que un zorro y un jabalí habían excavado junto a las vallas para colarse en el recinto. Dos de los marsupiales ya fueron recuperados.

Y el inocente león se sobrecogía. No era para menos: sabía que, un día u otro, tendría que soportar el malhumor del domador y también sus latigazos. Efectivamente, como esperaba desde su llegada al Circo Medrano, Kembo tuvo que sufrir, durante los ensayos preparatorios para su presentación en el espectáculo, los insultos innecesarios y los golpes, igualmente innecesarios, que le propinaba el nefasto Jean Malin. Y así sucedía ensayo tras ensayo, aunque el león subiera obediente y con ágiles saltos a todas las plataformas colocadas en la pista y atravesara, sin temor alguno, un aro peligrosamente envuelto en llamas.

KEMBO. INCIDENTE EN LA PISTA DEL CIRCO MEDRANO: Carlos Pérez & Miguel Calatayud (Kalandraka).

...Los caballos que vagan por los montes gallegos en busca de sustento arrastrando artilugios delictivos que limitan sus movimientos para evitar su dispersión. Los animales agredidos en el transcurso de actividades lúdicas y de entretenimiento social. La crianza de especies en cautividad con fines experimentales o en condiciones de hacinamiento para la industria... Los casos de maltrato son tantos y tan crueles, que es necesario seguir insistiendo en que son seres vivos con derechos.

"Considerando que todo Animal posee derechos. Considerando que el desconocimiento y desprecio de dichos derechos han conducido y siguen conduciendo al hombre a cometer crímenes contra la naturaleza y contra los Animales. Considerando que el reconocimiento por parte de la especie humana de los derechos de la existencia de las otras especies de Animales constituye el fundamento de la coexistencia de las especies en el mundo. Considerando que el hombre comete genocidio y existe la amenaza de que siga cometiéndolo. Considerando que el respeto de los Animales por el hombre está ligado al respeto de los hombres entre ellos mismos. Considerando que la educación debe enseñar, desde la infancia, a observar, comprender, respetar y amar a los Animales".

Preámbulo de la DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES,proclamada el 15 de octubre de 1978, aprobada por la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y posteriormente por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).