La Librería Muga, de Madrid, acogió la presentación del álbum "Letras en los cordones", con la autora del relato, Cristina Falcón Maldonado, y Belén Sáez, de Kalandraka.

"...A mí no me gusta la escuela, lo que me gusta es el vaso de leche que nos dan al llegar, la merienda y la hora del recreo, cuando la maestra nos presta la pelota. A Flor sí le gusta la escuela, le gusta mucho, y más desde que le dieron el libro de lecturas..."

La lectura de esta historia tan entrañable transportó al público hasta un tiempo no tan lejano, cuando la precariedad marcaba la situación de una parte de la infancia que vivía y se escolarizaba en condiciones bien humildes. Hoy en día hay carencias que no se han podido superar, por lo que "Letras en los cordones" nos recuerda que, por ejemplo, hay muchos niños y niñas que deben caminar distancias kilométricas para llegar al colegio, donde apenas tienen lo básico para estudiar. Y a pesar de las desigualdades, cuánto mayor es su capacidad para ser felices.

...Desde Cuenca, ciudad de residencia de la autora; o desde Venezuela -su país natal- pero afincados en Madrid; del ámbito de las letras o de la docencia. Los lectores de "Letras en los cordones" no son ajenos a las vicisitudes que pasan las familias humildes en cualquier lugar del planeta donde tener un par de zapatos es una gran suerte. Lectores partícipes de la sensibilidad y la ternura con la que las páginas de este libro visibilizan una realidad social del pasado y del presente.

Las letras se enredan en los cordones de los zapatos para que la historia de Flor y su familia no se diluya en el tiempo. Algunas se enredan tanto que dan pie a curiosas anécdotas literarias como la que protagonizó una de las asistentes a la presentación del libro, con zapatos desparejados.

Cristina Falcón también mantuvo un encuentro con escolares del colegio Fray Luis de León, de Cuenca, en la sala infantil de la Biblioteca Pública de esta ciudad.