Siempre se habla de los libros que son, que ya han superado el proceso dialéctico de edición y diseño; libros para los que se ha elegido con buen critrerio el papel más adecuado, cuyas páginas han salido de una imprenta donde se ha cuidado hasta la sutileza el tono cromático, que han regresado de la encuadernadora y que llegan a la nave de los Libros para Soñar de KALANDRAKA para viajar hasta las librerías, las bibliotecas, las escuelas, los museos, los hogares.

En vísperas del Día de la Madre, nos detenemos en un libro que aún será, que los lectores no podrán tener en sus manos hasta el mes de octubre.

Para Mariana Ruiz Johnson (Buenos Aires, 1984), ganadora del VI Premio Internacional Compostela de Álbum Ilustrado, la maternidad no solo ha sido una vivencia personal, sino también una experiencia creativa. Se presentó al concurso bajo el pseudónimo de Pepa Bellón. “Mamá”, la obra elegida por el jurado del certamen, surgió en 2012, el mismo año en que la autora se estrenó como madre.

“Hasta ese entonces, yo trabajaba como ilustradora a tiempo completo. Pero un día de febrero nació Pedro, y con él, la revolución. Los pinceles quedaron en un estante, porque yo me había olvidado de ellos. De repente, era una mamá. Atravesaba un cambio existencial, vertiginoso, alucinante, que era para toda la vida. Miraba a otras madres en la calle, en el tren, en el parque. Todas habían pasado por lo mismo que yo. Esas mujeres debían alimentar a sus hijos, abrigarlos cuando hacía frío, ayudarlos a dormir por las noches, llevarlos al médico cuando estaban enfermos. Todas, cada una a su manera, amaban a sus hijos. Esa experiencia, esa entrega, me hermanaba con ellas. Y además, me hermanaba con mi madre, con mi abuela y con millones y millones de mujeres de hoy y de siempre”.

Si hubiese que resumir “Mamá” en un solo concepto, bastarían las cuatro letras de la palabra "amor" para explicar el cómo y por qué y el para qué de un texto rimado tan sencillo, pero a la vez tan cercano, universal y asequible para lectores de todas las edades y todas las culturas.

Mamá ¡es tantas cosas!

Es casa, redonda, mullida y andante.

Es norte de muchos, atrás y adelante…

“Me entendí como parte de una red invisible de amor maternal que sostiene a la humanidad. Un amor que toma miles de formas, porque hay mamás de uno y de muchos, madres adoptivas y biológicas, madres que eligen serlo y otras que no, madres primerizas y madres que ya son bisabuelas. Incluso, madres que se enfrentan a lo más temido: la pérdida de un hijo. Así escribí una primera poesía en homenaje a nosotras, las mamás”.

Al poema se fueron proyectando mentalmente una serie de imágenes exuberantes en contenidos y colores, donde la naturaleza estuviese presente del principio al final. Y así -como una vida más- se fue gestando un libro. Una segunda maternidad para la autora, de cariz artístico y literario, no exenta de inquietudes y dudas sobre el enfoque de la obra.

“¿Cómo tratar algo universal tan vasto en un libro para chicos sin dejar nada afuera? Porque no hay tema que despierte tantas pasiones, y tantas controversias como este. Y a pesar de ser universal, es una experiencia muy personal. Después de dar vueltas durante unos meses, comprendí que sería imposible abarcar en mi libro todas las formas de maternidad. La clave fue entenderlo desde lo poético. Un libro pensado para generar un momento compartido entre madre e hijo. Imaginé cada doble página como algo que alguna vez miraría con Pedro. Seguramente, de la lectura, surgiría lo que yo no había podido decir, y mucho más”.

Al año siguiente, “Mamá” era un proyecto que comenzaba a tomar forma, que de la cabeza comenzaba a plasmarse por escrito con una primera versión del texto y a materializarse en el ordenador con varios bocetos e imágenes. La convocatoria del Premio Internacional Compostela planeaba sobre las intenciones de Mariana Ruiz Johnson. Fueron dos meses de intensa faena en el que la ayuda de la familia fue fundamental para que la obra tomase forma.

“Le dije a mi marido: “Me encantaría presentarme al Premio Compostela de Álbum Ilustrado, pero voy a necesitar mucha ayuda con Pedro”. Y durante ese tiempo, él se ocupó mayormente de los pañales, los juegos, las papillas, ¡y de que mi entusiasmo no decayera! El libro crecía de a poco, se transformaba, casi como un bebé en la panza de su mamá”.

Azules, amarillos, rojos, verdes… colores intensos y en armonioso contraste se plasman en las páginas de esta obra. El ser humano es una especie más en este álbum donde además se ensalza la figura femenina, rodeada de plantas, de belleza y de fragmentos del mundo que nos rodea.

“En las imágenes aparecen los animales con sus crías que representan lo universal y lo instintivo de la maternidad; y la pequeña historia de una mamá con su hijo, desde que nace hasta que se convierte en adulto, que está basada en mi larga experiencia como hija y en mi corta experiencia como madre”.

“Estéticamente, me inspiré en el estilo ornamental del arte popular latinoamericano, también en las figuras de santas y santos populares que hay en mi país y en gran parte de mi continente. Este lenguaje refuerza la idea de “beatificación” de la figura materna, con composiciones centralizadas y la profusión casi barroca de elementos. Por otro lado, me inspiró la fuerza poética de las pinturas de Paul Klee y su uso del color”.

Conociendo la trastienda de un libro como “Mamá”, los lectores podrán apreciar que cualquier libro bien hecho se crea a base de esfuerzo, decisiones, reflexiones, renuncias, que no es una travesía tan fácil y rápida como aparenta. Que su valor va mucho más allá de lo meramente económico, que a cada vuelta de hoja hay muchas emociones e ilusiones.

“En el proceso rechacé un trabajo, unas vacaciones en la playa, invertí en impresiones y correo, preparé la fiesta del primer cumpleaños de Pedro, y todo el tiempo me preguntaba si todo el esfuerzo no sería en vano. Me parecía muy difícil conseguir el premio, pero este proyecto me identificaba fuertemente y sentía que el concurso era la excusa perfecta para llevalo adelante. Tuve mucha ayuda y apoyo de mi familia y amigos. Todos pusieron su esfuerzo para que yo llegara, ya fuera cuidando a Pedro, escuchándome, leyendo el texto o armando la maqueta”.

…Tanto tesón tuvo una grata recompensa: “Mamá” saldrá publicado en castellano, gallego, catalán, euskera, portugués, inglés e italiano. ¡Solo quedan cinco meses!

“El día en que me llamaron para contarme que era la ganadora, era temprano y colgué el teléfono emocionadísima. Pedro me miró extrañado, estábamos solos en casa. Con lágrimas en los ojos, le expliqué lo que me habían anunciado. No pareció importarle. Quería que le cambiara el pañal. ¡Menuda foma de festejar la noticia!”.

Y como no, por deseo de Mariana Ruiz Johnson, estará dedicado “a todas las mamás del mundo”.