Ramón Suárez Caamal, en Pontevedra

El escritor y maestro Ramón Iván Suárez Caamal recita poemas con una voz suave y serena que hechizaría a los más pequeños; su acento caribeño fluye, en esta ocasión, a miles de kilómetros de su hogar en la localidad mexicana de Bacalar. Reconoce que le gusta estar en su casa, pero ha tenido una buena razón para viajar a España: recoger en Cuenca el XII Premio Luna de Aire convocado por el Centro de Estudios de Promoción de la Lectura y Literatura Infantil (CEPLI) de la Universidad de Castilla-La Mancha, por su obra Pregúntale al sol y te dirá la luna.

Ha aprovechado su estancia en tierras castellanas para recorrer algunos escenarios en los que transcurrieron las insólitas andanzas del ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, para seguir las ancestrales huellas de los árabes en tierras granadinas e incluso para remontarse a la noche de los tiempos entre los vestigios de los primeros pobladores de Galicia.

Hemos tenido el privilegio de recibir a Ramón Suárez en Pontevedra, mostrarle algunos rincones enxebres de la capital de las Rías Baixas y conversar con él sobre literatura en la ciudad donde se crean los Libros para Soñar; entre ellos se encuentran sus Palabras para armar tu canto, con las que el autor mexicano ganó el IV Premio Internacional Ciudad de Orihuela de Poesía para Niños.

Ramón Suárez Caamal en Pontevedra

[Ramón Suárez, ante la casa donde vivió el escritor Ramón Valle Inclán]

“Algunos escritores creen que hacer poesía para niños es un género menor, que no tiene dificultad y que es algo facilón cuando, en realidad, es más complicado de lo que parece, en el sentido de que tiene que haber mucho juego, mucha imaginación. He leído antologías de poesía para niños en las que la poesía es muy seria, muy acartonada”, explica Ramón Suárez.

Pero es optimista. Hubo un tiempo en que este género “estaba más cerrado”. Ahora percibe “cierta apertura”, le ve “futuro” y sobre todo, aprecia que los libros infantiles que se publican actualmente son “muy bellos”, hasta el punto de que él mismo está creando su propia colección. De regreso a México, su maleta va llena de ejemplares para esa creciente biblioteca; en Kalandraka damos fe.

Uno de esos títulos está escrito en una lengua que él lamenta no poder más que leer, aunque sin conocer su significado. Sus padres lo hablaban, nos cuenta Ramón Suárez mientras sus manos no dejan de pasar las páginas -casi acariciándolas- de Te’ tu’ux ku kajtal le wáayo’obo’, la edición en maya de Donde viven los monstruos, de Maurice Sendak, traducida por Hilario Chi Canul, profesor en la Universidad de Quintana Roo.

Hilario Chi Canul y Ramón Suárez Caamal

[Hilario Chi Canul y Ramón Suárez Caamal en la Biblioteca de la Universidad de Quintana Roo]

Después de más de cuatro décadas trabajando como maestro, de impartir numerosos talleres literarios y de haber publicado más de una veintena de libros, Ramón Suárez sigue escribiendo con intensidad y entusiasmo, fruto de su curiosidad, de sus inquietudes por los intereses de la infancia y de alguna que otra noche de insomnio.

Tiene entre manos materiales para llenar una docena de libros, de los cuales “tres o cuatro ya están terminados”. Desde los juegos tradicionales en México como las matatenas -similar a las tabas en España- hasta las preocupaciones actuales de los niños como el aspecto físico o la familia, todo es susceptible de adquirir formato lírico…

La propia infancia del autor es la materia prima de uno de esos trabajos pendientes de publicación, que verá la luz en el sello Faktoría K: “He recordado mi niñez, lo que me platicaban mis abuelos y mis papás, las canciones de antaño o cuando llegaban a mi pueblo los titiriteros”, rememora Ramón Suárez echando la vista atrás hacia su Calkiní natal.

Ramón Suárez en Pontevedra

[Ramón Suárez en el conjunto escultórico -obra de César Lombera- dedicado a varios intelectuales gallegos]

Para propuestas menos convencionales, Ramón Suárez considera que los concursos literarios son actualmente la vía más propicia para que “un jurado considere un poemario que se sale de lo tradicional”. Él mismo ha ganado decenas de certámenes nacionales e internacionales de poesía.

Pero sus objetivos van más allá de lo creativo. En 2007 publicó Poesía en acción. Manual para talleres de poesía, del que se han realizado numerosas reediciones. Al hilo de ese trabajo, uno de los proyectos en los que se ha volcado últimamente ha sido un manual para talleres de poesía infantil dirigido a docentes o aspirantes a autores de este género que a él le ha dado tantas satisfacciones. En 23 amplias lecciones, Ramón Suárez presenta explicaciones, propuestas, ejemplos y ejercicios, desde cómo crear poemas aislados, hasta todo lo necesario para conocer la estructura de un libro. Esta ingente aportación es el compendio de más de 10 años de experiencia coordinando, dirigiendo e impartiendo talleres de creación literaria.

En todo ese tiempo, al que se suma su larga y prestigiosa trayectoria docente, Ramón Suárez ha ido tejiendo una -pequeña pero tupida- “red de discípulos”, entre el alumnado de las escuelas donde ha impartido clases y los participantes en sus sesiones de escrita creativa. No es de extrañar que su figura suscite tantas muestras de afecto por parte de sus seguidores: respeto, admiración y orgullo son algunas reacciones que se evidencian a través de las redes sociales ante sus logros literarios, los viajes que realiza o las actividades en las que participa.

Ramón Suárez, en Pontevedra

[Ramón Suárez, en la Praza da Ferrería, en Pontevedra]

Precisamente, las nuevas tecnologías -en las que Ramón Suárez es un activo usuario- son una herramienta que “ayuda bastante” en la difusión de la literatura y de todas esas convocatorias públicas a las que el autor se suma -presentaciones, recitales, festivales- con la palabra como protagonista, por su carácter “envolvente” y evocador.

La palabra, la música y el arte van a estar muy presentes a partir de ahora en el día a día de Ramón Suárez. Este próximo otoño comenzará una nueva etapa en la Casa Internacional del Escritor, radicada en Bacalar. Ramón Suárez va a estar al frente de este proyecto renovado: “El Gobierno mexicano había dejado de invertir y la institución vino a menos, pero el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) lo ha impulsado”, explica el autor.

La Casa Internacional del Escritor es un complejo residencial con un edificio central dedicado a tareas administrativas y con varias casas a su alrededor, con habitaciones: “Aquí llegaban los escritores para terminar un libro y a cambio daban talleres o conferencias”. Ahora, la literatura no será un talento exclusivo en esas instalaciones, que se abrirán a artistas, músicos, intérpretes de teatro y otras disciplinas artísticas.

Un reto más para el veterano escritor, donde podrá aportar su bagage y su experiencia.

Ramón Suárez Caamal, en Pontevedra

[Ramón Suárez, con personal de Kalandraka ante el Museo de Pontevedra]

 Entrevista a Ramón Suárez en Diario de Pontevedra

[Entrevista a Ramón Suárez en Diario de Pontevedra]