ARIANNA SQUILLONI Y RAQUEL CATALINA RECIBEN EL XVIII PREMIO COMPOSTELA
Siempre emocionante e intensa, la jornada en la que se celebra el acto institucional de entrega del Premio Internacional Compostela para Álbumes Ilustrados comienza con sendas visitas al IES do Sar, que imparte Bachillerato Artístico, y al CIFP Compostela que, entre otras materias, forma a alumnado de Educación Infantil y de Artes Gráficas. Las autoras de la obra ganadora de esta 18ª edición del certamen, Arianna Squilloni y Raquel Catalina, han compartido las claves literarias y artísticas, el proceso creativo de “Grande y pequeña” ante un público curioso y acogedor.
Así, hemos descubierto que Arianna Squilloni se inspiró en una de sus tías, que vive en un pequeño pueblo del noroeste de Italia, en la región de Liguria. En ese “lugar mítico” radican las “ensoñaciones” de esta escritora y editora que vio “algo especial” en la historia de Natalia y se la propuso ilustrar a Raquel Catalina.

Visita al IES do Sar
Autora e ilustradora se conocían de antaño: Raquel había asistido a uno de los numerosos cursos de literatura infantil que imparte Arianna quien, tiempo después, le propuso ilustrar “Diario desayuno” para su sello, A Buen Paso. El texto de “Grande y pequeña” no solo fue una ocasión para sumergirse de nuevo en su imaginario, sino también la oportunidad para volver a presentarse al Premio Compostela, en cuyas primeras ediciones había probado suerte, al comienzo de su trayectoria artística.
De su experiencia como lectora ahondando en el relato y descubriendo los numerosos matices que posee en sucesivas relecturas, han ido surgiendo los personajes del libro y los espacios que habitan. Y aunque dar con la figura de Natalia fue un proceso laborioso, Raquel Catalina nos ha cautivado con esta adorable protagonista y su característico pelo blanco: tan largo y pesado al principio; tan corto y liberador cuando regresa a su hogar en el campo tras abandonar la ciudad. Y será ese cabello níveo lo que ayude a encontrarla en la página cuando haya menguado tanto de tamaño, que casi pase desapercibida.

Visita al CIFP Compostela, donde el músico Paco Nogueiras las obsequió con una adaptación musicalizada de "Grande y pequeña"
De la mano de Arianna también hemos descubierto el poder de la “casualidad”, los “encuentros mágicos” como el de Natalia con un hombre desamparado que llega a la casita del bosque que el resto del vecindario creía deshabitada, y la posibilidad de “dar nuevos principios” a una historia, con el arte como inspiración.
Porque desde la libertad con la que Raquel Catalina ha ilustrado “Grande y pequeña”, en hábil equilibrio con la fidelidad al texto, la pintura era un rasgo inherente a la protagonista. Por ello, la ilustradora enfocó los trazos de Natalia hacia “lo inmediato, ese mundo cercano de las flores” que la acompañan desde la mismísima portada, con un ramo de coloridas plantas silvestres que Raquel tomó, como referencia, del jardín de su casa.
La historia de Natalia, con sus múltiples capas y lecturas, ha dejado de pertenecer a las autoras para que sean las lectoras y los lectores quienes se emocionen con ella. “La persona que lee el libro lo reinventa de alguna manera y, si hemos dejado suficientes espacios abiertos, lo hace suyo en la medida en que resuena en su relato personal”, ha explicado Arianna Squilloni, recomendando leerlo y releerlo varias veces “con mucha apertura” mental. Tanta o más apertura que el rango de edad, porque el álbum ilustrado “rompre la idea de a qué público va dirigido” y permite disfrutarlo a cualquier edad e darle múltiples interpretaciones.


Durante el acto de entrega del Premio, celebrado en la Casa das Máquinas y amenizado musicalmente por Antía Muíño y Miguel Arribas, la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, ha destacado el carácter “profundamente humano” de «Grande y pequeña», que aborda “el paso del tiempo y de la vida, la fuerza de las mujeres que crean y la belleza de ver el mundo con ojos curiosos”. Y porque “los libros, como las personas, viven ese camino de ida y vuelta entre el sueño y la memoria”, también ha afirmado que “no hay mejor lugar” que Compostela para recibir este premio porque esta ciudad también es un álbum ilustrado.
“Ahí están las piedras contando historias, las sombras que cambian con el paso del tiempo, el vecindario activo en los barrios, las calles que guardan el eco de voces de siglos. Por eso la ilustración y la literatura son la mejor manera de crear puentes entre generaciones, lenguas y culturas”.
“Es grande quien no deja de aprender y son pequeñas las personas que conservan la curiosidad. Ser capaces de unir estas cualidades en un mismo personaje -madurez y capacidad de asombro- es el difícil equilibrio que han logrado las autoras”.
"Imaginamos ahora a Natalia ya muy anciana, en su casita aquí en Santiago: abre la ventana, coge un lápiz y se pode a dibujar su primer sueño. Ese sueño es el mismo que nos une esta noche: seguir creyendo en la fuerza de la palabra y la imagen. Y a nosotros, desde Santiago, lo que nos corresponde es seguir cuidando ese hilo invisible, que une la natureza, el bosque, los espacios más frondosos de la ciudad, que no se nos olvide nunca de dónde venimos, de dónde somos y el orqullo de lo que somos".

Precisamente, en esa vuelta a los orígenes ha centrado el director de KALANDRAKA, Xosé Ballesteros, parte de su intervención:
“El viaje vital también tuvo regreso. Sí, ya era hora de retornar porque su casa en el campo, además de ser una construcción sólida, un refugio acogedor, también era una vuelta a la naturaleza, al contacto con la tierra, la vegetación, la floresta, la inspiración y, por qué no, con la soledad elegida. Porque la Natalia que decide regresar a su casa encarna perfectamente a esa mujer que decide libremente vivir sola".
"Como recuerda la historiadora Sabine Melchor-Bonnet en «Una historia de la soledad», “las mujeres están construyendo lentamente su libertad; y la soledad también puede convertirse en el disfrute de una misma”.

"Arianna Squilloni nos acerca con cariño a ese personaje entrañable que transita a nuestro lado, la mayoría de las veces de forma anónima, como en su día hicieron las Marías en Compostela: mujeres que guardan la memoria de la tribu para que perviva. Y lo hace abordando metafóricamente la fragilidad del cuerpo y la mente de los mayores, con una propuesta literaria que, de forma audaz, introduce silencios narrativos que refuerzan el relato visual.
"Mientras, Raquel Catalina, con sus ilustraciones de trazos sueltos y abocetados, hechas con lápices y aguadas, nos envuelve con distintas atmósferas, desde la calidez de los lugares domésticos a la frescura de los espacios abiertos”.



Esos personajes y lugares que habitan en las páginas de «Grande y pequeña» han dado el salto del papel a los escaparates de las librerías compostelanas: Couceiro, Follas Novas, Cronopios, San Pablo... Le dan así la bienvenida a este nuevo Premio Compostela que cumple su mayoría de edad, 18 años y, como concluía Goretti Sanmartín en su discurso, “aún tiene mucho que decir”.

Escaparates de las librerías Cronopios y San Pablo

Escaparates de las librerías Couceiro y San Pablo