ALLAN AHLBERG, IN MEMORIAM

El mundo de la literatura infantil y juvenil ha perdido a finales de este pasado mes de julio a uno de sus referentes, el escritor británico Allan Ahlberg. Nacido en Croydon, al sur de Londres, en 1938, se crió en una familia muy humilde y sin acceso a los libros y la lectura. Su legado suma más de 150 libros a lo largo de 50 años de exitosa trayectoria. Su nombre ha estado ligado siempre al de su primera esposa, Janet, a quien conoció en los años 60 cuando ambos estudiaban en el Sunderland Teachers Training College -actual Universidad de Sunderland-. Su primer libro juntos se publicó en 1976 y hasta el fallecimiento de Janet en 1994 crearon una treintena de obras reconocidas en todo el mundo y distinguidas con la Medalla Kate Greenaway en 1978 y 1991, y el Premio Kurt Maschler en 1991, entre otros galardones.

La serie de los esqueletos divertidos comenzó en 1980 con “¡Qué risa de huesos!” y le siguieron ocho títulos más, entre los que se encuentran “Soñar con dinosaurios” y “Noche de golpes”, recién incorporado al catálogo de los Libros para soñar. La repercusión de esta saga fue tal que en 1992 dio el salto a la televisión británica y, de ahí, a otras cadenas en países como Autralia, Alemania o Finlandia.

Además de André Amstutz, que siguió ilustrando estas esqueléticas peripecias, Allan Alhberg también ha colaborado con otros artistas como Raymong Briggs, Bruce Ingman, Fritz Wegner y su propia hija, Jessica Ahlberg.

El ilustrador Michael Rosen se ha despedido de este autor elogiándole como “un pionero de la gran literatura infantil” y destacando que ha sido “inteligente, divertido y sabio”.

“Estoy muy lejos de ser el mejor escritor del mundo”, dijo en una entrevista a The Guardian en 2011, “y Janet era muy buena pero tampoco era la mejor ilustradora del mundo, pero juntos queríamos que nuestros libros fuesen buenos”.

¡Gracias por tantas y tan brillantes historias, Allan Ahlberg!