Si el año tuviese más meses que doce, más ilustraciones hubiera dibujado David Pintor y más versos hubiera creado Antonio Rubio para acompañarlas. Porque son autores tocados por la varita de la imaginación y la sabiduría. Y forman un maravilloso tándem artístico-literario.

La Mar de Letras se quedó pequeña para la presentación de "Almanaque musical". Cantamos con Antonio Rubio fragmentos de enero, febrero... noviembre y diciembre. Y, rotuladores en ristre, disfrutamos de la magia de David Pintor, que obsequió a la librería con un dibujo que hizo -con la agilidad y el talento que le caracteriza- mientras Antonio recorría el calendario.

En el turno para las preguntas los niños levantaban la mano... ¿Te llamas Pintor de verdad? ¿Un dibujante nace, o se hace? ¿Por qué pintas las narices tan grandes? ¿Sabes música?

No faltaron las referencias a otros libros: La colección "De la cuna a la luna", de la que "Luna, luna, luna..." sonó a coro, o los relatos ingeniosos de "Minimalario", en la voz de Antonio Rubio. Y en una fecha tan especial como el 28 de diciembre, fuimos "inocentes" todos.