Puede haber poesía entre los rascacielos, en el submundo de las alcantarillas; los versos pueden brotar de los cambios estacionales, de la marabunta de gente que camina por las calles sin dirigirse la mirada. La "Ciudad Laberinto" de Pedro Mañas está en Madrid, pero "puede ser cualquier otra" urbel El auditorio de Orihuela acogió la presentación de este poemario ilustrado por Silvina Socolovsky. La alcaldesa Mónica Lorente le entregó al autor el II Premio Ciudad de Orihuela de Poesía para Niños, con un mensaje para ellos: "Que nunca dejen de leer".

 

 

Precisamente, los escolares de Orihuela fueron los protagonistas del acto, recitando una selección de las composiciones que se encuentran en esta obra: Irene Pérez Rodríguez, del Colegio Miguel Hernández, recitó "Rascacielos"; Gabriela Cedillo Tapia, del Colegio Andrés Manjón, dede clamó "El hombre sin nombre"; José Luis Mateo Pastor, del centro Maestro Ismael García, con "Ciudad Laberinto"; a Vanessa Carrillo Ruiz, del Nuestra Señora de Belén de La Aparecida, "La orquesta"; Clara Cecilia Krause y Jorge Valdés Menargues, del colegio Jésús María-San Agustín, compartieron "De día y de noche"; Aarón Rico Hamami, del Juan Carlos I de Formentera del Segura, recitó "Se vende todo"; le siguieron Claudia Lidón Sánchez, del colegio Fernando de Loaces, con el poema "Estrellas de feria", y Ana Ruiz Costa, del centro Oratorio Festivo, con "Otra ciudad acertijo". Y por último, Carlos Beltrán Abad, del CRA Azahar, declamó "Mensaje misterioso".

Fue un momento inolvidable para Pedro Mañas: la primera a vez que escuchaba cómo sus versos adquirían voz y expresión en la figura de los jóvenes lectores. Porque ese es el objetivo de "Ciudad Laberinto": descubrir la dimensión poética que el entorno urbano tiene para el público infantil, plantearles un viaje de descubrimiento a través de poemas breves sobre lo cotidiano, lo que pasa inadvertido. Celebrar hallazgos tan sorprendentes como que "se puede encontrar poesía flotando en un charco de agua sucia".

Y, en el fondo, reflexionar también sobre el concepto de laberinto como "metáfora" vital. Porque un laberinto puede ser un refugio para quien conoce sus vericuetos, pero también puede ser una trampa para quien se adentra en ese territorio desconocido. Por tanto, "algo agradable y desagradable con lo que convivir". Pedro Mañas ha encontrado en Orihuela otra "ciudad refugio" a la que pronto volverá para visitar los centros educativos y para compartir más versos con sus alumnos y profesores.

Mientras tanto, Orihuela prepara ya su próximo Salón del Libro, cuna de la que nació este Premio Internacional de Poesía Infantil. El concejal de Educación, Antonio Ortiz, destacó que certamen se ha convertido en un "hito" creativo que, con motivo del centenario del poeta oriolano Miguel Hernández, en la convocatoria de 2010 duplica excepcionalmente su dotación económica hasta los 14.000 euros.

Por las puertas de FAKTORÍA K DE LIBROS han salido 4.000 ejemplares de "Ciudad Laberinto", que caminan ya por las calles, autopistas y senderos de ciudades, pueblos, barrios y aldeas. El editor Xosé Ballesteros auguró para este poemario tanto éxito como el que ha obtenido "El secreto del oso hormiguero", galardonado en la primera convocatoria del certamen, que se convirtió en "uno de los mejores poemarios de los últimos cinco años", según la valoración de los críticos literarios.

Porque "tenemos tanto para ver, para contar, para dibujar" con la lectura de "Ciudad Laberinto"... Porque observando su "callejero secreto" podremos apreciar los sonidos, colores, calores y fríos del entorno que nos rodea, y maravillarnos con "el espectáculo que se escenifica día a día" ante nuestros sentidos. Vamos a descubrirlo!