En su primer viaje a Galicia, Fran Nuño aprovechó para visitar la Feria del Libro de A Coruña y firmar ejemplares de su poemario “La hora de los relojes”, editado en el sello FAKTORÍA K con ilustraciones de Enrique Quevedo. Precisamente, una de las llamativas imágenes interiores de este libro ocupa la portada del número 260 de la Revista de Literatura Primeras Noticias de este mes de septiembre.

Tras su encuentro con algunos lectores que ahora, más que un libro, tienen un tesoro dedicado por el autor, reflexionamos con Fran Nuño sobre el valor de la poesía, la animación a la lectura, y repasamos la trayectoria de este escritor que se considera “en proyección, ni consagrado, ni novel”. Aunque nació en Bilbao en 1973, a los pocos meses de edad se trasladó con su familia a Sevilla, donde es propietario de una librería-editorial. Además de su vertiente literaria y empresarial, también ha desarrollado una faceta de dinamizador cultural.

Su obra literaria abarca distintos géneros: poesía infantil, narrativa, libros de cuentos, álbumes ilustrados, teatro infantil... Con la experiencia acumulada, se ha dedicado también a comentar libros en medios de comunicación y, durante dos años, fue asesor de Literatura Infantil y Juvenil en la editorial Toro Mítico del grupo andaluz Almuzara.

Con una capacidad envidiable para exprimir el tiempo, entre tantas actividades y compromisos, “La hora de los relojes” parece ser fruto de su propia experiencia vital.

“Es a la vez vocación y disfrute, por eso no me parece un trabajo, ni distingo entre lo que es obligación y lo que hago por placer. Al principio me dedicaba más a la librería que a la literatura, pero le he dado la vuelta y ahora la librería es un apoyo a mi ocupación principal como escritor”.

El poemario que dio lugar a la publicación de “La hora de los relojes” fue finalista del Premio Internacional Ciudad de Orihuela de Poesía para Niños en su edición de 2009. De ahí surgió el libro que se completó con la aportación artística de Enrique Quevedo.

“Al ser librero, tengo un conocimiento detallado de lo que se publica. Conocí el poemario ganador del I Premio Ciudad de Orihuela de Poesía para Niños, “El secreto del oso hormiguero”, de Beatriz Osés, y me encantó la edición. También me pareció interesante que surgiera un nuevo premio de poesía infantil y que su resultado fuera la publicación de edición tan cuidada. Estaba trabajando por aquel entonces en un libro y lo presenté a la segunda convocatoria del concurso”.

...También fue finalista del Premio Leer es Vivir con la obra “Pies, zapatos y zapatillas”. Así, actualmente, Fran Nuño se encuentra en un momento en el que varias obras suyas confluyen en el mercado editorial.

“Los proyectos se materializan de forma muy lenta. Fueron surgiendo publicaciones que tuvieron que esperar a entrar en la programación 2010-2011 de varias editoriales. Por eso coincide que ahora haya hasta seis libros de mi autoría en las librerías, de los cuales cinco son de Literatura Infantil y Juvenil”.

Pero su trabajo no concluye con la fase creativa, sino que el autor se involucra en la fase de promoción de la obra, en contacto directo con los lectores.

“No entendería escribir sin más y luego quedarme en mi casa, me faltaría algo. Con el libro “La hora de los relojes” acudimos al encuentro del público: yo recito los poemas y Enrique Quevedo me acompaña desarrollando un taller de dibujo. Los niños preguntan, hacen propuestas, les presentamos el libro si no lo han leído. Y como soy aficionado a la magia, introduzco algún truco para la puesta en escena. Es una labor que me encanta y a la que me dedico todo el año, visitando bibliotecas, salas de lectura, librerías y colegios”.

Esa interacción con los receptores de sus libros abarca un amplio abanico de edades: desde pre-lectores y primeros lectores hasta preadolescentes de unos 12 años.

“Uno sale fortalecido de esos encuentros con los lectores y con ganas de seguir. Son momentos que guardas en el corazón y de los que siempre surgen ideas nuevas”.

Los 33 poemas de “La hora de los relojes” son divertimentos literarios, en los que abundan metáforas, conceptos surealistas y palabras que desprenden sonoridad. Versos que juegan con las onomatopeyas, que dibujan caligramas y trazan una imagen humanizada de estos objetos cotidianos: soñadores, miedosos, adelantados, lentos, enfermizos, excéntricos. De arena, de cuerda, de sol, de agujas o digitales, Fran Nuño invita a los lectores a poner un reloj en sus vidas.

“La poesía es tanto para adultos como para niños. Es un género en el que resulta complejo llegar y transmitir al lector. Intento plasmar mi afición por la poesía y mezclar el sentido del humor con la literatura. Defiendo la poesía con rima y métrica, pero teniendo en cuenta el mensaje; no basta el simple rimar por rimar. Ante todo, la poesía; yo huyo de la poesía metida con calzador. Los niños tienen que descubrir que no siempre tiene que haber rima, sino que lo que importa es el mensaje poético, la mezcla de rima y métrica con verso libre. Por eso este formato es adecuado para cualquier edad, que engancha tanto a padres como a público infantil. Porque la LIJ es la literatura que también le gusta a los niños”.