La portada del número 5 de la Revista Bloc es una ilustración interior del libro “La historia de Erika”, de Roberto Innocenti, entrevistado por Simona Mambrini y Antonio Ventura. En esta última entrega dedicada a la relación entre cine y álbumes ilustrados también abundan las referencias a otra obra maestra del género: “Donde viven los monstruos”, de Maurice Sendak, editado en galego, catalán, euskera y portugués por KALANDRAKA. Tampoco falta "Los tres bandidos" en la selección de obras literarias que dieron pie a una producción cinematográfica.

La entrevista repasa la composición de las imágenes, como los planos picados en “Las aventuras de Pinocho”. Dice Innocenti: “Nos mantenemos por encima, como en Pinocho, controlamos lo que sucede pero no nos sentimos implicados, no ocurre nada, es como dirigir la mirada hacia un segundo plano, algo que me divierte mucho, porque se trata de un intento de implicar al lector...”

También relaciona la imagen de la manta rosa en la que Erika era lanzada desde el tren en marcha con un momento de “La lista de Schindler” de Spielberg. “...El rosa, que constituye una nota de color en una imagen en blanco y negro, procede de mi memoria. Yo vi a un niño envuelto en una manta rosa hace mucho tiempo, lo llevaba en brazos una pareja que huía, creo que hacia Bremen, no me acuerdo bien... Pero el bulto rosa lo recordé cuando leí el texto de Erika, en el momento en el que tiraban a la niña del tren, así que me parecía importante que hubiera una mantita rosa”.

“Es evidente que afronto un libro como si tuviera que dirigir una película: primero hay que tener una idea, un modo narrativo. En La historia de Erika, de hecho, intenté dibujar las caras de los personajes pero me parecía que estaba robando la dignidad a las personas, a los deportados retratados en las fotografías, de modo que me dije que ese no era el camino, no me parecía correcto dibujar en una ficción lo que fue verdad. Me pareció una falta de respeto, no quería ‘usar’ a aquellas personas, así que quité las caras del libro para que solamente hablaran los objetos. Ni lágrimas, ni caras tristes, solo objetos que hablan...”.

Por último, Innocenti comenta por cuáles de sus obras siente más predilección: “...Con Pinocho me lo he pasado bien porque me ha permitido contar, no la Toscana turística sino la de mi infancia, que puede ser tenebrosa, dura y difícil, como el mundo de Pinocho”.

BLOC también recoge una reseña de Lupe Rodríguez Santizo sobre “Los tres bandidos”, en el que destaca: “Creo que este álbum presenta muchos valores: la calidad de las ilustraciones (por la variedad de perspectivas, por la selección de colores, etc.), la adecuación tanto de las ilustraciones como del texto a la edad de los lectores, sin embargo, al saltarse las reglas del género le priva también de todo su valor, que es el de contribuir a la consecución de nuestra necesidad más urgente y difícil, la de encontrar un significado a nuestras vidas. Que no es poco”.