Contacontos BarcelonaLa contadora Beatriz Martín compartió este pasado fin de semana una tarde de cuentos con los niños que se acercaron hasta la Fnac Diagonal de Barcelona. Les esperaba una sesión de animación a la lectura en cuyo repertorio figuraban los álbumes titulados “Orejas de mariposa” y “La casita de chocolate”. El lema de la jornada: todos los sentidos, alerta...
-----------------
A contadora Beatriz Martín compartiu este pasado fin de semana unha tarde de contos cos nenos que se achegaron ata a Fnac Diagonal de Barcelona. Agardábaos unha sesión de animación á lectura en cuxo repertorio figuraban os álbumes titulados “Orellas de bolboreta” e “A casiña de chocolate”. O lema da xornada: todos os sentidos, alerta...

Libros viejos, estropajo, un calcetín roto, una tela de cuadros, fichas de ajedrez... elementos para estimular la vista, el oído, el gusto, el olfato y el tacto de los más pequeños. Con esa estrategia se planteó Beatriz la narración de “Orejas de mariposa”, trabajando también técnicas teatrales. El relato de Luisa Aguilar, ilustrado por André Neves, cuenta de qué manera Mara convierte en positivos los comentarios negativos que recibe por parte de otros niños sobre su aspecto físico, la ropa que usa o las cosas que tiene. La participación entusiasta del público infantil fue clave para captar las emociones que transmite esta obra: tocar el estropajo con los ojos cerrados para sentir el calado de la comparación del pelo de la niña con ese material áspero, o buscar argumentos imaginativos para justificar por qué Mara no tiene mochila o por qué lee libros viejos, que según los propios asistentes a la sesión, se debe a que corre “tanto como una liebre” o “como el viento”, y que lee “libros importantes” que guardan la memoria y los recuerdos.
-------------------------------------------------------

Contacontos Barcelona

La utilización de objetos relacionados con el libro y el recurso a técnicas auditivas, tácticas y sensoriales también fue el eje de la narración de “La casita de chocolate”. La intención de Beatriz era “conducir al público en la reconstrucción de la memoria de este clásico” de los hermanos Grimm, ilustrado por el alicantino Pablo Auladell. La reconstrucción del ambiente lúgubre del bosque a partir de unos efectos sonoros, estimulando el olfato y la vista al descubrir un pastel de bizcocho, o recreando el personaje de la bruja del cuento a través de objetos como una escoba, constituyeron la dinámica perfecta para sumergir al público en el ambiente mágico y sugerente de estos cuentos.

Libros vellos, estropallo, un calcetín roto, unha tea de cadros, fichas de axedrez... elementos para estimular a vista, o oído, o gusto, o olfato e o tacto dos máis cativos. Con esa estratexia plantexouse Beatriz a narración de “Orellas de bolboreta”, traballando tamén técnicas teatrais. O relato de Luisa Aguilar, ilustrado por André Neves, conta de que maneira Mara convirte en positivos os comentarios negativos que recibe por parte doutros nenos sobre o seu aspecto físico, a roupa que usa ou as cousas que ten. A participación entusiasta do público infantil foi clave para captar as emocións que transmite esta obra: tocar o estropallo cos ollos pechados para sentir o calado da comparación do cabelo da nena con ese material áspero, ou buscar argumentos imaxinativos para xustificar por que Mara non ten macuto ou por que le libros vellos, que segundo os propios asistentes á sesión, débese a que corre “tanto coma unha lebre” ou “como o vento”, e que le “libros importantes” que gardan a memoria e as lembranzas.

A utilización de obxectos relacionados co libro e o recurso a técnicas auditivas, tácticas e sensoriales tamén foi o eixe da narración de “A casiña de chocolate”. A intención de Beatriz era “conducir ao público na reconstrucción da memoria deste clásico” dos irmáns Grimm, ilustrado polo alicantino Pablo Auladell. A reconstrucción do ambiente lúgubre do bosque a partir duns efectos sonoros, estimulando o olfato e a vista ao descubrir un pastel de biscoito, ou recreando o personaxe da bruxa do conto a través de obxectos como unha basoira, constituiron a dinámica perfecta para sumerxir o público no ambiente máxico e suxerente destes contos.