Educar el ojo y endulzar el oído. Con ese lema, acuñado por Antonio Rubio, surgieron hace años sus pictogramas poéticos o poegramas, que Óscar Villán ilustró con imágenes precisas y delicadas pinceladas. Convertida en una referencia a nivel educativo y en un recurso de lectura muy útil en el ámbito del hogar, la colección ‘De la cuna a la luna’ sigue maravillando a los más pequeños y, con ellos, también a los mayores.

Los versos de “Luna”, “Cinco” y “Cocodrilo” sonaron en el Espacio Kalandraka al ritmo de la guitarra de Álvaro Muñoz. Porque estos poegramas están hechos para contar y cantar con melodías sencillas, que se anclan en la memoria e acaban involucrando a toda la familia, recitando al unísono: “Verde, verde, verde… el cocodrilo que muerde…” o “Luna, luna, luna… luna, luna, sol…”.

La profesora de música Verónica López nos mostró un original sistema para contar “Luna”, con cubos luminosos que se combinan con el devenir del texto.

Y a partir de la luna, también recordamos los cantos con los que se mecen los sueños: las nanas y recitados de antaño: “Luna lunera, cascabelera…”; o las fórmulas y adivinanzas de antaño, que han pasado de generación en generación, como se transmite la tradición oral: “Redondita como un queso y nadie puede darle un beso…”

Soplando y soplando, también ayudamos a un intrépido pollito a volar de libro en libro, a pasar de mano en mano.

Desde su apertura, el ESPACIO KALANDRAKA viene recibiendo a autores e ilustradores muy admirados por su trayectoria literaria y artística. Cualquier rincón se ha convertido en un improvisado lugar de lectura. En compañía o en solitario, pequeños y mayores disfrutan de los Libros para Soñar en toda su diversidad: desplegables, cómics, poesía, álbum ilustrado...

Además de visitar el ESPACIO KALANDRAKA, Antonio Rubio y Álvaro Muñoz han participado esta Navidad en el Salón del Libro Infantil y Juvenil de Madrid, con una multitudinaria sesión de cuentos y música.