Quitapenas

Los muñecos quitapenas son el emblema de este clásico de Anthony Browne que nos adentra en una cultura ancestral. Desde tiempo inmemorial las niñas y los niños de Guatemala los fabrican con palitos de madera y restos de telas e hilos; al acostarse le cuentan una preocupación a cada uno y lo guardan debajo de la almohada para, al día siguiente, despertar sin inquietudes.

Anthony Browne crea un relato lleno de misterio, acompañado de unas ilustraciones que refuerzan esa atmósfera enigmática. En las escenas de tensión los miedos de Daniel se representan en una escala de grises que potencia la sensación de intriga e inseguridad. Por la contra, la calma y el colorido ocupa el resto de las páginas, principalmente donde los quitapenas están presentes, incrementando el efecto beneficioso de estos muñecos para el desenlace de la historia.

El estilo del autor destaca por el realismo de las imágenes, el detallismo con el que representa la figura humana, la expresividad de los personajes y la presencia de referencias pictóricas. Los momentos agradables en la vida de Daniel suceden en el marco de estampas familiares que proporcionan un ambiente tranquilizador. Pero cuando lo asaltan sus temores, surgen formas de inspiración onírica y surrealista. Su abuela le dará el remedio al desasosiego.