Beatriz Giménez de Ory con "Los versos del libro tonto" en el Espacio Kalandraka de Madrid.

“Es un poemario que trata de la necesidad de ser escuchados. En él los versos tienen vida y deciden huir de un libro que nadie lee y que los condena al ostracismo. Emprenden un viaje por mar, aire y tierra al encuentro del otro, de un lector que los canta, los utiliza para jugar (la sirena Flora), para conocerse a sí mismos (el gallo veleta), para enamorar (el escarabajo pelotero). Estos versos viajan también hasta el lector real del libro, al que también necesitan y al que igualmente esperan serles de provecho. Tiene influencias de la poesía de vanguardia, pues incluye juegos de ingenio, caligramas, acrósticos…”

Así define Beatriz Gimenez de OryLos versos del libro tonto”, la obra con la que ganó el III Premio Internacional Ciudad de Orihuela de Poesía para Niños, publicado en el sello Faktoría K con ilustraciones de Paloma Valdivia.

Beatriz Giménez de Ory con "Los versos del libro tonto" en el Espacio Kalandraka de Madrid.

Esta reflexión pertenece a una reciente entrevista con la autora publicada por la Fundación Cuatrogatos con motivo de haber distinguido otro de sus poemarios, “Bululú”, con el Premio Fundación Cuatrogatos 2014:

“El personaje de Bululú lo tuve presente desde el principio, aunque pensaba enfrentarlo en duelo poético con otro actor ambulante: el italiano Manontroppo, que, heredero de la commedia dell’arte, iba a ser más refinado y taimado. Después decidí que Bululú fuera titiretero, y Manontroppo un títere enamorado, que competiría contra el malvado Dragonzález por el amor de Marionetta.

Si para Canciones de Garciniño me serví del mundo medieval, en Bululú imaginé un periodo algo posterior, en pleno Siglo de Oro, cuando nace el teatro nacional y se crean lugares estables (los corrales de comedia) para las representaciones teatrales. Los cómicos de rango superior actuaban en "Compañías de título", legalmente reconocidas, pero la mayoría de los actores fueron considerados "cómicos de la legua" (porque no podían trabajar a menos de una legua de los núcleos urbanos) y siguieron representando en las plazas de pequeñas aldeas. Mi poemario es un reconocimiento a estos actores ambulantes (entre los que el bululú era el más modesto de todos, pues actuaba y viajaba solo), y a los titiriteros. Los titiriteros consiguen que los niños se entreguen por completo a las hermosas mentiras de la literatura. No hay más que asistir a una función de títeres y observar las caritas arrobadas de los niños, y oír cómo responden apasionadamente a las interpelaciones de las marionetas y jalean los cachiporrazos”.

Sergio Andricaín le pregunta a Beatriz Giménez de Ory qué significa la poesía para ella y qué le aporta este género literario a los lectores. La autora, que se inició en la poesía a través de la escuela, destaca su valor afectivo y de estimulación sensorial en las primeras edades, su capacidad para favorecer la integración grupal y lo beneficiosa que resulta para comprender el mundo y experimentar placer estético:

“Es una forma artística hecha con palabras. El que la lee debería encontrar una mirada y una voz muy personales, que agranden su propia forma de mirar y de entender la vida. La poesía es un acto comunicativo que requiere en el lector una escucha activa y cuidadosa, un deseo de entender la esencia del otro, por mucho que ese otro haya vivido hace miles de años. La poesía merece un lector que ame las palabras”.

Beatriz Giménez de Ory con "Los versos del libro tonto" en el Espacio Kalandraka de Madrid.

En vísperas del Día Mundial de la Poesía, el Espacio Kalandraka de Madrid sigue homenajeando a obras y autores constructores de rimas y versos. Hemos recibido nuevamente a Beatriz Giménez de Ory para que en esta ocasión nos recitase composiciones del poemario que -a través del Premio Internacional Ciudad de Orihuela- la acercó por primera vez a la órbita de los Libros para Soñar.

Con ella recorrimos la exposición de ilustraciones que visten este mes el Espacio Kalandraka: Miguel Ángel Díez, Silvina Socolovsky, Paloma Valdivia, Cecilia Rébora y Zuzanna Celej han acompañado -cada uno con su estilo- las obras galardonadas en el certamen literario creado en la cuna del poeta Miguel Hernández.

BeatrizGOry (65) copia Beatriz Giménez de Ory con "Los versos del libro tonto" en el Espacio Kalandraka de Madrid.

Visitando esta muestra descubrimos que un libro tonto se había posado en el árbol del Espacio Kalandraka y que, con la primavera a la vuelta de la esquina, nos abría sus páginas para mostrarnos un conjunto de poemas que invitan al juego lúdico y desprenden musicalidad. Como anfitriona del Espacio Kalandraka, Belén Sáez acompañaba el recital de Beatriz a ritmo de ukelele.

…Deshojamos margaritas, hicimos girar veletas y jugamos con "niños sirena". También recordamos los primeros versos de la infancia, las canciones de corro de antaño como “A la rueda, rueda” que, para esta ocasión, cantamos con la letra de “Los versos del libro tonto”, para saltar la ola “que viene y va sola”.

Beatriz Giménez de Ory con "Los versos del libro tonto" en el Espacio Kalandraka de Madrid.

Beatriz Giménez de Ory con "Los versos del libro tonto" en el Espacio Kalandraka de Madrid.

Beatriz Giménez de Ory con "Los versos del libro tonto" en el Espacio Kalandraka de Madrid.

[En plena entrevista con Arturo Moreno para RNE]

Beatriz Giménez de Ory con "Los versos del libro tonto" en el Espacio Kalandraka de Madrid.