La panadería
Una historia de tolerancia y solidaridad con unas sorprendentes ilustraciones que invitan a disfrutar de hasta el más mínimo detalle.
Frente a los recelos y la desconfianza hacia quien es diferente o de procedencia foránea, esta fábula actual promueve la tolerancia, la diversidad, la integración y la ayuda mutua en aras de una sociedad mejor.
Buscando un lugar donde desarrollar su oficio como panaderos y formar parte de la comunidad, una familia de lobos deja la ciudad —un espacio hostil habitado por distintas especies de fauna salvaje que deambulan con rostro serio— para instalarse a las afueras de un pueblo cuyo vecindario está formado por animales domésticos. Aunque allí tampoco son bien recibidos, los protagonistas tratan de ganarse la confianza de la población. Ante un gran temporal que inunda las calles y las casas, la familia de lobos se une a todo el pueblo para colaborar en la limpieza del lodo, un gesto solidario que cambia la consideración negativa que les tenían.
«La panadería» se presentó al XVII Premio Internacional Compostela de Álbum Ilustrado y su creación fue muy anterior a la trágica dana de 2024 en Valencia. Desde un prisma infantil, el hijo mayor es el narrador de este relato emotivo que, a modo de flashback, describe las peripecias de la familia para salir adelante.
Las ilustraciones amplifican de forma considerable el texto de Lucía Belarte, aportando claves visuales —la ausencia de prejuicios en la infancia, por ejemplo— para la comprensión de la historia. Como el pan y los dulces que Papá y Mamá Lobo hornean con dedicación, David Lorenzo recurre a una técnica tan artesanal y meticulosa como el grafito. El resultado son unas espectaculares imágenes en blanco y negro cuya fuerza comunicativa incluso permite prescindir de las palabras en alguna página. Tanto la representación de los animales humanizados como los escenarios donde transcurren los acontecimientos destacan por su extraordinario detallismo, el tratamiento de la luz, la variedad de planos y perspectivas —he ahí la influencia cinematográfica— y hasta guiños a la obra del dibujante y activista social Keith Haring.